El pasado día 18 subí esta foto al Twitter de la zona del soto inundable del Ebro. Aquello se ha convertido en –con perdón- un cagadero de adolescentes. Esos papelitos que veis son parte del resultado de pises y excrementos.
Gracias a la iniciativa de algunos de mis jefes por haberse empeñado en emplazar ahí a las personas que consumen alcohol en la calle –botellón-, ¡¡¡cuando no está prohibido!!!, y a la más o menos buena intención de algunos políticos (se empezó con un partido y se siguió por el otro), grupos de botelloneros se desplazan hacia la parte inferior del Parque del Ebro; y aquello, entre la música, los plásticos, las botellas de cristal, algún porrete, el alcohol que se juman y el factor nocturnidad, se ha convertido en un lugar desagradable. Sigue leyendo


Entremezclando patrullajes nocturnos y perros, os cuento que ayer tarde me sentí en la obligación de dar una explicación medianamente convincente sobre un tema que ni yo ni mis compañeros tenemos nada claro. Se trata de las competencias en una área urbana que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE): el Soto inundable del Ebro.