Rampas de accesibilidad bus urbano.-

Hay que depender de una silla de ruedas para entender las dificultades que para la mayoría pasan desapercibidas.

Con el frío de esta tarde, sólo uno de los dos discapacitados físicos que aguardaban al urbano pudo subir. En el autobús viajaban dos carricoches de niños en los reservados para discapacitados. El chico en silla de ruedas, con sonrisa amable, indicó que esperaba al siguiente.

A eso hay que añadir que la rampa, como sucede frecuentemente, no funcionaba correctamente. Sólo se podía subir por ella con ayuda, y bajar con riesgo. Observar que la flecha roja indica el lugar en el que el mecanismo debiera extender dos piezas para salvar el escalón de 7 centímetros que queda.

Sobre la falta de funcionamiento de las rampas de los urbanos hablaremos más días.

 

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